Justicia para Víctor Jara: Siete militares condenados por el asesinato 50 años después

Foto de Víctor Jara

El cantautor chileno fue asesinado hace casi 50 años, días después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra el presidente socialista Allende. Ahora llega la sentencia definitiva

En un veredicto trascendental que resuena en la historia de Chile, la Corte Suprema ha emitido una sentencia definitiva respecto al asesinato del icónico cantautor Víctor Jara, quien fue brutalmente asesinado hace casi 50 años, cinco días después del golpe de Estado que derrocó al presidente socialista Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.

La Corte Suprema chilena ha condenado de manera unánime a siete exmilitares del Ejército como autores del secuestro calificado y homicidio calificado de Víctor Jara y Littré Quiroga, director del Servicio Nacional de Prisiones del Gobierno de Allende. Esta sentencia llega justo antes de que se cumplan 50 años de este atroz crimen que marcó una de las épocas más oscuras de la historia chilena y tuvo gran repercusión en todo el mundo.

Víctor Jara, reconocido por su música que fusionaba arte, cultura y política, fue arrestado el 12 de septiembre de 1973, un día después del golpe liderado por el general Augusto Pinochet. Junto a Littré Quiroga, fue uno de los más de cinco mil partidarios de Allende que fueron llevados al Estadio Chile, rebautizado en su honor como Estadio Víctor Jara. En ese recinto, los captores llevaron a cabo torturas sistemáticas que duraron varios días, resultando en una serie de horripilantes fracturas y balazos que sufrieron las víctimas. Los cuerpos de Jara y Quiroga fueron abandonados en un terreno baldío cercano al Cementerio Metropolitano el 16 de septiembre de 1973.

La sentencia condena a los exmilitares Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto a 15 años y un día de prisión por homicidio calificado, y a 10 años y un día por secuestro calificado. El exoficial Rolando Melo Silva también fue sentenciado a 5 años y un día, además de 3 años y un día de cárcel como encubridor de los crímenes. El fallo resalta que Jara fue sometido a torturas físicas especialmente atroces debido a su influencia artística y política, mientras que Quiroga fue castigado por su supuesta responsabilidad en el maltrato de un general de ejército durante un intento de sublevación militar en 1969.


JUSTICIA TARDÍA

Este veredicto no solo es un paso hacia la justicia tardía para las víctimas y sus familias, sino también un recordatorio de los largos años de lucha por la verdad y la rendición de cuentas en Chile. Las causas judiciales de Víctor Jara y Littré Quiroga, que se iniciaron en 1978 y 1987 respectivamente, han sido ejemplos emblemáticos de la tenaz búsqueda de justicia por las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura de Pinochet.

Víctor Jara en Helsinki, 1969

Después de décadas de archivos y obstáculos, la reactivación de las causas en 1998, tras la detención de Pinochet en Londres, marcó un punto de inflexión. Los esfuerzos incansables de abogados y activistas finalmente llevaron a la condena de los responsables de estos crímenes horrendos. La sentencia actual es un testimonio del trabajo de los jueces que han mantenido viva la búsqueda de justicia y del coraje de las víctimas y sus familias, que nunca dejaron de luchar por la verdad.

Aunque este veredicto llega décadas después de los crímenes, es un paso crucial hacia la reconciliación y la construcción de una sociedad que valora la justicia y la memoria histórica. La Corte Suprema ha demostrado que, incluso con el paso del tiempo, la justicia puede prevalecer y que las voces de las víctimas no caen en el olvido. El legado de Víctor Jara y Littré Quiroga vive en esta sentencia, que trae un cierre necesario a un capítulo oscuro de la historia de Chile.



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