El polémico y cada vez menor espacio en las aceras

Las vías quedan reducidas a pasillos y cuellos de botella bastantes incómodos para el uso que como peatones hacemos del espacio público

Recientemente ha sido viralizada una fotografía de 2011 de una calle en la ciudad de Málaga, que refleja el espacio cada más reducido para los peatones por las aceras. Un espacio mermado por otros destinado a árboles, un doble carril bici y una zona ocupada por mesas de terrazas. 

En la imagen los transeúntes caminan por el carril bici, algo peligroso e inadecuado dadas las normas de circulación. 

La fotografía ha sido publicada de nuevo por la Guardia Civil en su cuenta de twitter, advirtiendo a los peatones del mal uso que de la acera hacen las personas que aparecen. No cabe duda de que el mensaje es correcto, ya que los carriles bici están expresamente destinados a las bicicletas, independientemente de la crítica que pueda hacerse sobre las decisiones de urbanismo que hayan llevado a cabo las concejalías responsables. 

Las críticas hacia el tuit han aparecido rápidamente, aunque lo cierto es que no es la benemérita la responsable del poco espacio que va quedando para los caminantes. 

Los árboles son importantes en las calles, dan sombra y ayudan a mejorar la temperatura que se alcanza en sus localizaciones. Los carriles bici son una medida avanzada que permite reducir el tráfico y la contaminación de las urbes, y mejora la salud de las personas en el ejercicio del pedaleo. Las terrazas son el lugar más apetecible como consumidores de los establecimientos, y la hostelería también halla en estos espacios una clientela que quizás no tendría de no poder poner mesas fuera de los locales. 

Sin embargo, las ventajas de estas piezas del puzzle de la acera, riñen con el uso que como peatones hacemos del espacio público, ya que estos quedan reducidos a pasillos y cuellos de botella bastantes incómodos. ¿Qué ocurre cuando paseamos en grupo? ¿Y cuando se va con una carrito de bebé?¿Y las personas con muletas y en silla de ruedas? 

El dibujante Karl Jilg ilustró en una de sus viñetas un ejemplo exagerado de esta amputación hacia los peatones. 

Tomando como tablero la acera de la fotografía, la franja de acera que ocupan los árboles no es transitable. El carril bici quizás debía haberse habilitado en la carretera, pero quizás la calle sea demasiado estrecha para integrarla en el arcén. Si prescindimos del carril bici en la calle, no se ayuda al fomento de este vehículo ecológico. Si impides a la hostelería colocar mesas en las terrazas, la clientela se reduce y puede afectar a la viabilidad del negocio. No llueve a gusto de todos. Pero sin embargo, lo que no puede ser mermada es la acera como espacio donde los peatones nos desplazamos por la vía pública. Esta sí es prioritaria. ¿Qué se puede hacer? 

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