'Dos días, una noche'

Mujer delante de ubna

En una localidad belga vive y trabaja una joven madre, Sandra. Empleada en una pequeña empresa de paneles solares y reincorporada tras superar una depresión, la protagonista se ve expuesta a una difícil y denigrante situación en la que someten a votación entre los trabajadores si desean cobrar la paga extra o sacrificarla para que Sandra mantenga su puesto. 

En apenas 48 horas desesperadas y con la esperanza pendiendo de un hilo, la joven decide empujada por su marido visitar a cada uno de los compañeros de trabajo e intentar convencerles de que en la nueva votación que le ha concedido el encargado, voten a favor de su continuidad en la fábrica. 

En Dos días, una noche, Jean-Pierre y Luc Darenne, directores de la película, dibujan un escenario que podría ser real y en el que los directivos de una empresa someten a sus empleados a competir entre sí bajo la excusa de una reestructuración de la plantilla. Desde el plano industrial, contemplamos una vez más la conducta por la que bajo objetivos de rentabilización, los directivos colocan en los subordinados el resultado de unos dados tirados al azar cuyo sacrificio caerá sólo sobre ellos sin ocasionar rasguños a la corporación. 

Por otro lado, los hermanos Dardenne construyen un espejo del individualismo del grupo social en el que los trabajadores optan por reflexionar su voto y amortiguar la culpabilidad en querer saber lo que votará el resto de compañeros, pero alejados de la opción de renuncia al voto de tan humillante como precaria circunstancia para Sandra. 



Con la tecnología de Blogger.