"Es lo que hay" me sabe a poco, señor cocinero

Ferrán Adriá en una foto de archivo
Flickr

No es sorpresa alguna que el periodista Salvador Sostres muestre su dañina labor al oficio una vez más. Sabrán el llamativo titular tergiversado y manipulado, a raíz de una reciente entrevista al cocinero Ferrán Adriá en el diario ABC. Aunque en este tipo de ejercicios, hemos de tener claro que es una actividad extendida por periodistas y redactores de diversa índole: La construcción de frases a partir de extractos interesados de respuestas del entrevistado para hacer un titular llamativo que invite al click, sin ser la  respuesta precisa y sin conocer el contexto en el que se ha afirmado. 

En cambio, aunque sea esta una opinión impopular, me gustaría dejar constancia de que lo que me llama la atención de la entrevista, una vez leída y entendida, es la respuesta del propio Adriá. No me cabe de duda  de que el cocinero es la persona perjudicada de esta noticia. Pero déjeme decirles que si a mí me preguntaran "-Las ocho horas", no respondería con "-Es lo que hay", dejando espacio a la interpretación de si responde con actitud de conformismo. Yo respondería "¿Qué pasa con las ocho horas?¿Te parecen pocas?", a la altura de la afirmación del entrevistador cuando dice que es un desastre para la restauración. 

El cocinero afirma de manera muy correcta en la respuesta pertinente:"Son las 8 horas que cualquiera trabaja. La restauración no puede ser diferente. Hay que mirar también lo que pasa en Europa. El París sólo trabajan 35 horas". No me cabe duda de que Ferrán Adriá contesta desde su posición de empresario, ya que si hablara desde una posición más leal al trabajador, no solo consideraría lo que pasa en el resto Europa en cuantía de horas, sino también de salarios. También se puede hablar de sueldos en Europa y mentar que eso también hay que mirarlo, sin riesgo de salir lesionado. 

Admito mi escepticismo, pero un "Es lo que hay" me sabe a poco en un tipo que se dedica a explorar sabores. Tras la entrevista, no tengo la sensación de leer a una persona que muestre un apoyo convencido a jornadas reducidas, como he leído en algunas opiniones, sino más bien a un tipo que se amolda a "lo que hay", nunca mejor dicho. He de añadir además, sin ánimo de arrojar leña pero con algunas opiniones leídas en defensa del cocinero, que sus posturas laborales han dejado testimonio en estos años, y que aunque aparezca un entrevistador cafre a su lado que haya eclipsado la entrevista, no debería hacer olvidar al otro. No olvidemos que en 2017 Adriá se mostró partidario de gozar en las cocinas de becarios no remunerados, junto a su compañero de profesión Jordi Cruz. Una mala práctica y abuso con todas la letras, por muy reglado que esté a la normativa de los planes de estudio. 

Lo mejor es que ustedes mismos lean la entrevista y saquen sus propias conclusiones. Link

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