Cuando Europa se retrata en el prójimo

Fue la imagen que la agencia RMG Connect realizó en 2014 para la campaña de concienciación impulsada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEA(R). Una Europa retratada con su bandera como si de la fotografía que acompaña en un DNI se tratara. La insolente unión de los cadáveres de inmigrantes mecidos por las olas de un mar de indiferencia, que los deja flotar en la superficie sonrojando las vergüenzas de la comunidad europea antes de engullirlos hacia el fondo, donde no serán vistos nunca más.

Desde el año 2000, cerca de 40.000 personas han perdido la vida.

En estos días, la embarcación de salvamento Open Arms vuelve a ser eco de los medios, sin que nunca dejara de ser noticia el incesante número de inmigrantes lanzados a cruzar el Mediterráneo de manera desesperada. La mirada del mundo es estupefacta, la acción de la comunidad es inmóvil.

Estamos aprendiendo a digerir la muerte del pequeño Aylan hasta el punto de hacer que nos sea soportable, cuando hace tan solo 4 años se nos encogió el corazón por tal espanto. Los gobiernos, y también nosotros, pediremos un día perdón por lo que estamos tolerando pavorosamente. ¿Quién nos diría alguna vez, que un día veríamos como a quienes se baten con el peor de los peligros por sobrevivir se les niega la tierra, perpetuando su miserable existencia a alejarse permaneciendo en mitad de las aguas de ninguna parte?

La humanidad, no está preparada para la humanidad. Un amasijo de leyes internacionales que complican ahora el desembarco del Open Armas en cualquier país de la Unión Europea, nos está explotando en la cabeza sin hallar una explicación posible. Hacinados, enfermos, desmotivados, en un barco que no solo se encuentra con muros gubernamentales y fronterizos, sino que también hace frente a condiciones climáticas que complican mucho la seguridad de todas las personas que se encuentran en la embarcación.

El Open Arms mantiene el rumbo. Somos nosotros quienes vamos a la deriva.

#VíasLegalesYA